Noche del jueves.
Nadie sabe lo que hacer. Andamos todos como coches de choque en una feria. Me siento de nuevo en el mismo banco del mismo parque para ver a los niños hacer las mismas cosas. Hasta se repite la música de la charanga y suenan algunos petardos. Es el mismo día que se repite 2 veces.
Me reuno con Martina y con Theresa. Vamos a cenar a un par de calles de la plaza y nos encontramos con un italiano, Lorenzo, que ya conocimos en la visita a los Geyser del Tatio. Va acompañado de dos holandesas, una francesa y otra de origen desconocido. Nos sentamos todos juntos. 4 han llegado hoy después de saltarse el bloqueo a pie y conseguir un taxi para llegar a la ciudad. La otra lleva todo el día sentada en el parque leyendo y esperando.
Yo ando cansado de domir mal en la cama demasiado pequeña y demasiado ondulada del hostal. Y empiezo a no entender ni una palabra en Inglés y cada palabra mía va acompañada de otra en español. Decido irme a dormir.
Mañana tenemo que salir de aquí.
Deja un mensaje