Uyuni está a 3.675 metros de actitud, que ya es una buena preparación para los próximos días, ya que en Bolivia todo está alto. Tiene 14.000 habitantes. Y hace un frío de cojones.

Uyuni se visita por un motivo principal: Los Salares de Uyuni. También hay un cementerio de trenes, pero es algo secundario. El pueblo, a pesar de ser un punto de salida turístico, no se ve mucho negocio, y si se ve está escondido, así que es tranquilo.

La gente que se ve por la calle cumplen con la imagen que tenemos de los bolivianos: oscuros, pelo negro, bajos, regordetes, las mujeres mayores vestidas con medias gruesas, faldas, ponchos de colores y bombín. También estamos los turistas, algunos cagados de frío, como yo, por no llevar esos tejidos inteligentes y caminar con unas All-Star, y otros más abrigados, pero todos con las caras rojas, guantes y gorros de colores. Hasta yo me he comprado una chaqueta de colores y unas medias.

La ciudad tiene una calle que podría decirse peatonal, dónde hay una torre con un reloj y una iglesia al final. Luego está la estación de tren, un mercado y un campamento militar. Las calles cercanas a la calle peatonal están adoquinadas, pero 5 calles más para allá, ya no, así que sigue habiendo polvo por todos los lados.

Fotos aquí.