La Boca

NOTA: Este teclado no tiene acentos.
Jet-Lag = a las 7 despierto. Pero esta vez me he quedado dando vueltas hasta las 8:30.
Las pelotonas israelís quieren ir a La Boca y yo tambien, asi que nos juntamos.

-You are the guide – me dicen.

Parece que se me nota a kilómetros que solo voy a hacer lo que me de la gana y voy a ir por el camino que yo elija.
Me advierten en el albergue que no me salga de las calles que ellos me indican, que el otro dia atracaron a un par de turistas. Que el barrio es peligroso. Y aunque yo voy mas o menos normal, las pelotonas van con chanclas y bermudas. Se nos huele, vamos.
Asi que vamos caminando, sin salir del camino marcado. El barrio es el que se ve en la peli de la «Luna de Avellaneda«. Son casas viejas en calles viejas, con cristales sucios. Podria ser perfectamente el paraiso bohemio, el SOHO lodinense. Vemos La Bombonera unos descampadas mas lejos, pero no nos atrevemos a salirnos de camino y acercarnos.
Llegamos al puente de Avellaneda y al rio podrido que lo cruza. Olor a cloaca y basura. A los pocos metros esta la calle El Caminito, que es lo que todo el mundo va a visitar. Es un barrio que de la explotación turística parece de juguete. Son casas de madera pintadas de colores, pero llena de restaurantes, exposiciones y venta, amigos que te enumeran los deliciosos asados que puedes degustar en el restoran de al lado. También tanguistas que se ofrecen para una foto, unos bomberos promocionando no se que, y un tipo clavao a Maradona de hace 20 años, cuando no era un gordo.
Una cocacola y al bus 29 para regresar al albergue.

-You are the guide – me dicen de nuevo, al bajarse del bus y no tener ni puta idea de donde estábamos.

Fotos de hoy, a partir de aquí
PD – Las chicas se llaman Adi y Gal.



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