Desapariciones

He coincidido varias veces con una pareja, con la cual nunca he hablado, y simplemente, después del tercer o cuarto encuentro, hemos hecho un «hi» con la cabeza, ese movimiento mínimo que significa que me suenas de algo, y que está muy cerca de ignorar completamente.

La chica me ha recordado a Silvana. A la Silvana que yo creo que podía haber sido si en lugar de tomar el camino que tomó hubiera tomado otro distinto.

La chica es rubia, con la cara ancha, con la nariz grande, fuma como un carretero y de una manera compulsiva, tiene las manos finas y los dedos largos. La manera en la que ignora a todo el mundo, como parece que todo le da igual, como ni se inmuta en el movimiento del barco yendo a la Isla del Sol, o como anda por Cusco como si nada le sorprendiera. Todo me recuerda a la Silvana de olor a vainilla que guardo en mi memoria.

Porque la gente cuando desaparece deja una hoja en blanco, un cuadro a medio dibujar que podemos completar como queramos, con las palabras y los colores que mejor nos convengan. Podemos inventar la vida más miserable o la vida más fantástica.

En algún lugar de mi memoria dejé su imagen quieta, pero fui tramposo y borré las últimas ocasiones en la que la vi, y solo me guardé hasta el día en el que preguntó porqué y yo lo dije que no lo sabía. Desde ese momento la retuve con la imagen que siempre tuve de ella.

Prefiero pensar que la chica rubia podía haber sido ella, dando la vuelta al mundo, estando tranquila al lado de alguien especial, segura sin que nada le importe, dónde lo más importante sea la parada del bus para echar el cigarro. Prefiero pensar que la gente no cambia tanto, que lo que alguna vez fueron queda escondido en su interior, como una capa debajo de la capa que vemos, y que nuestras imaginaciones algunas veces se juntan. Quizá cuando yo sueño con vidas diferentes, dónde ella forma parte, ella también lo sueña, y yo formo parte.

Quiero creer que en algún momento ella encontrará a alguien que se parezca a la imagen que tiene de de mi, de nosotros, de los 5 juntos. Quiero creer que ella imaginará para nosotros una vida diferente a la que vivimos, como si en lugar de haber tomado el camino que tomamos hubiéramos tomado otro diferente.

Porque ella desapareció para mi, para los otros 3, pero también los otros 3 y yo desaparecimos de su vida. Dejamos una hoja en blanco y un cuadro a medio terminar.



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