Noche del miércoles.

Los niños se reunen en la Plaza 25 de mayo a fumar, ha hacerse los malotes, saludarse con esos saludos de palma-puño-dedos-puño-alzolamano, y las niñas a quitarle los cigarros, ponerse histéricas y abrazarse cuando se ven, coquetear un poco y hacer que los niños fumen, se hagan los malotes y se saluden con esos saludos de palma-puño-dedos-puño-alzolamano.

Un pasacalles con charanga y grupo de baile cruza la calle Nicolas Ortiz, no sé porque motivo.

Nosotros no tenemos nada que hacer. Seguimos bloqueados. Nos sentamos en los bancos mientras la gente se va yendo, luego subimos a nuestro balcón a beber cerveza, Martina, Theresa, Ana (la americana con tos) y Madeleine (la canadiense con problemas en la salida de Chile) y yo.

A las 10 ya no queda, y a las 11 ya nos hemos bebido todas las cervezas. En la plaza, después de tanta actividad, parece ser las 4 de la mañana.

A dormir.