Noche #17

Noche del martes.

Estoy en Santiago. A las 6 me recoge Carolina «Samo» en la estación de los Leones y nos vamos a pasear un poco por la calle de los cafés. Ya es de noche y llueve mucho. Nos refugiamos debajo de su paraguas negro con topos blancos. Mi hermano había estado en su casa cuando vino a Chile, y con esta cita ya completo el circuito que realizó mi hermano y he seguido todos sus pasos, descubriendo que hizo realmente. He visitado las casas donde el vivió, y he conocido a la gente que lo cuidó, porque él no sabía estar sin que lo cuidaran.

Samo y yo nos contamos historias y nos vamos de la calle de los cafés, tras tomar un café, a la zona de copete, a tomarnos un copete. Yo Piscola, ella Mojito.

Salimos del copete y nos vamos a reunir con su primo Leo, un dandy que me abre su casa, y que me trata como solo saben tratar los dandys. Conversamos mientras seguimos bebiendo, Leo y yo piscola, Carolina roncola. No hay que mezclar. Cenamos comida china, que no se parece a la que comida china que comemos en España, aunque tienen los mismos nombres, en algunos casos. No existe el arroz tres delicia, ni el pato pequín con tortitas, las salsas son diferentes. Los chinos, eso si, siguen vistiendo de camisa blanca y pantalón negro.

A las 2 me llevan a casa de la madre de Pily, Tuty. La pobre tiene que levantarse para abrirme. Al día siguiente me tengo que levantar a las 5 para ir al aeropuerto.

Duermo un par de horas.



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