Chan chan

Chan chan (del muchik Jang-Jang, sol-sol) es una ciudad precolombiana de barro que se encuentra entre Trujillo y Huanchaco. Fue construída por la cultura chimu en el siglo XII. Son varias plazas religiosas, una zona de laberinto, donde había casas, para que los enemigos se perdieran, un cementerio, y un lago interior.

En esta ocasión no ha hecho falta descubrirla, siempre ha estado ahí, debajo de un montón de polvo, pero sabían que estaba ahí. No ha habido terremotos ni bombas que la destrocen, pero si un aluvión en 1925. Con eso no contaban los que la construyeron: el barro y el agua desmedida no son buenos amigos. También han colaborado en parte de sus destrucción la gente que en el fin de semana se aburrían y decían «¿vamos a matar abejas a los muros de barro que hay al lado del basurero de Trujillo?«.

He echado de menos alguna leyenda urbana de superhombres o extraterrestes que expliquen el porqué de las cosas.

Pensamos que todos los antiguos eran tontos, y por eso cuando no podemos entender como hacían algo nos inventamos deidades y extraterrestres. Estoy convencido que se han perdido conocimientos que nosotros no tenemos. Quizá los antiguos no pretendían globalizar el mundo y obligar a todo el mundo a hacer las cosas a su manera. Un ejemplo es Aznar: él sabe algo de las armas de destrucción masiva que los demás no sabemos. Y no quiere compartirlo. Y es antiguo, mira el bigote.

Desaparecieron, pero que fueran más débiles no quiere decir que fueran más torpes. Los torpes somos nosotros que sabiendo todo esto seguimos mirando al espacio en busca de naves extraterrestres.