Es la ciudad más grande de Colombia, con 8 millores de habitantes. Pensé encontrar una ciudad del estilo Cali o Medellín, con un centro histórico invadido por los edificios nuevos, y con los barrios interesantes innaccesibles, pero la verdad es que me ha sorprendido y gustado. Tengo que decir que solo he visitado cuatro o cinco calles y el centro histórico, llamado La Candelaria, porque he tenido ese pequeño lío con los ojos que me ha tenido preocupado y encerrado en el hostal.
El casco antiguo – La Candelaría – es extenso, con varias manzanas de eficios de arquitectura colonial, iglesias, museos y los edificios gubernamentales, que parecen romanos. Hay muchos cafes y bares donde tomarse una cerveza. Hay panaderías con pastas dulces, tipo cruasán, McDonalds, Dunkin Donuts, galerías comerciales, oficinas, gente encorbatada, gente con rastas, niñas con tetas operadas, madres, tipos de dame una moneda colega, sin dientes, policías hablando con el móvil, palomas en la Plaza Bolívar, gente normal preguntandote cosas normales, venta de dulces en carritos, coches oficiales con las lunas tintadas.
La ciudad es bastante verde, con las colinas a la vista sin que estén cubiertas de casas como en Cali o en Medellín. Fuera del centro histórico hay edificios enormes de oficinas y de apartamentos. He recorrido la Septima desde la 34 a la 12ava. He estado en la Zona Rosa cenando y tomando unas cervezas y unos baqueritos.
Me da rabia no haber podido hacer mas cosas, coger el TransMilenio, subir a alguna de las colinas a ver la vista de la ciudad, salir otra noche mas, andar y andar, tomar helado, café, tortas.
Supongo que tengo que apuntar Bogotá a la lista de lugares que tengo pendientes revisar.
Fotos aquí.
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