Antes de salir

Faltan apenas 4 horas para que suba al avión hacia Buenos Aires. Me hubiera gustado escribir mucho mas sobre los preparativos: los libros que he leído para encontrar los lugares a visitar y las conexiones entre ellos; las gestiones que he tenido que hacer para dejar el piso en condiciones; todo el trabajo que he dejado preparado en la librería; como he previsto poder solucionar problemas desde la distancia; el agobio que me ha entrado de estar sentado en la mesa mirando mapas y apuntando en una libreta; lo extraño que es preparar un viaje así, mientras tengo que andar pendiente del trabajo. Me hubiera gustado escribir mucho mas, pero no lo he hecho.

No he podido porque hasta hoy mismo no he sido consciente de que realmente me voy. He hecho una vida completamente normal. Con al diferencia de sentirme muy feliz casi todo el tiempo. Libre. Con suerte.

Uno siempre lleva encima una lista de tareas pendientes. Y la lista cada vez es más larga y no nunca llega el momento de ponerse al día. Yo me he puesto al día de algunas de las cosas que siempre he pensado hacer y no había hecho, como llamar a los viejos amigos y preguntarles como les va, qué ha sido de sus vidas.

De todo este tiempo previo, es lo más importante que me ha pasado. Eso y descubrir que los amigos están ahí para apoyarme, diciendo que me echarán de menos, que quieren saber de mi, que por favor vuelva. Incluso ese comentario que a mi tanto me gusta «¿y ahora quién lo va a organizar?». Saben que me gusta oirlo y por eso lo dicen, aunque no sea verdad.

Sobre lo que me llevo, pues lo normal: 1 saco de dormir, con una sábada de seda para 5º adicionales; 2 tejanos; El pantalón de chandal de Matilde; 1 pantalón cagón indio; 1 bermudas; 3 camisas manga larga; 2 camisas manga corta; 4 camisetas manga corta; 3 camisetas manga larga; 1 chubasquero; 1 toalla; 1 forro polar DECATHLON (el que todo el mundo tiene); 1 pantalón de pijama (lo necesito); 12 calzoncillos, de los colgones, claro; 12 pares de calcetines; 1 bañador; botiquín con un montón de pastillas para el dolor de cabeza, pastillas para ir al baño y para dejar de ir, antimareos, antivómitos, antimalaria, gasas, vendas, yodo; y el neceser con lo de siempre.

Las putas guías (la lonely de sudamérica y la de centro américa) y 2 mapas de todo el continente. 2 libretas en blanco y una ya escrita con las conexiones y posibles rutas. Bolis, celo, lapices.

Tenía seleccionados un montón de libros, pero al final solo me llevo el «Saber perder» del Trueba, «Los ríos perdidos de Londres» de Javier Calvo y «Mutantes«, de varios autores. Cuando los lea los regalaré y iré comprando nuevos. Quería llevarme mas, pero pesan mucho.

Luego llevo las 2 cámaras de fotos y un disco externo. Y por último la almohada de Noelía, que ocupa bastante y no sé si me cansaré de llevarla, así que, cariño, que sepas que voy a intentarlo, pero no prometo nada.

Me voy con la extraña sensación de que voy a ser tío. Una personita que en algún momento puede parecerse a mis padres, o a mis hermanos, o a mi aunque no sabría reconocer un gesto mío en otra persona, no soy consciente de lo que hago inconscientemente. Los próximos 3 meses van a ser muy importantes para la familia, es el primer nieto de mis padres, el primer hijo de mi hermana y Javi, y el primer sobrino nuestro. Me voy a perder todos esos vómitos primerizos.

No tengo ningún objetivo, solo ir tirando y pasarlo bien. Cuando regrese no sé que me encontraré, pero seguro que habrá más de una sorpresa, entre ellas el embarazo de Eva (a mi eso de decir «Los Evaristos están embarazados» no me gusta, ella estará embarazada, y él la cuidará. Punto), ahora que se ha abierto la veda. El tiempo va a pasar rápido, un mes y medio lento, y como siempre al llegar a la mitad, todo se va a precipitar y va a pasar en un suspiro.

¡Ah! antes de terminar la ruta: pues no tengo ruta, pero creo que empezaré por Argentina, iré a Chile y bajaré por la Patagonia Chilena, luego subiré otra vez por Argentina, entraré a Bolivia por Atacama , luego a Perú por el Titicaca, de ahí a Ecuador, y de Ecuador a Colombia. El resto no lo sé, no sé si me iré para Venezuela o tiraré para Panamá. El paso fronterizo está complicado. Quiero ver Nicaragua, El Salvador y Guatemala, pero aún no sé si me dará tiempo y si me quedarán ganas. Igual al final visito un par de paises y ya está.

Porque si me aburro, me agobio o me asusto, me vuelvo.



3 Comentarios

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  1. Bueno xavalote, ahora si que ha empezado la aventura, seguiremos con impaciencia tus hazañas y no te preocupes que te informaremos puntualmente de las novedades, de momento estate tranquilo que lo único destacable de mención es la fiesta Erasmus que están montando en tu casa aprovechando que te has ido.. 😉
    Ana me ha mandado un besote para ti, se moría de envidia… ala pues

    A DISFRUTARRR!!

  2. Espero que no te aburras y no te agobies demasiado, lo justito para no volverte antes de tiempo. Pero si te asustas o te asustan, no lo dudes y vuélvete. No te hagas el valiente, no cal. Eso déjaselo a los tontos-del-culo.

    Bon voyage. Nos vemos en naa.

  3. Eh!!! Yo también esperaba más de los preparativos!!! (Vale, ok, no soy quien para andar pidiendo desde el futuro. Todo esto fue en 2008?)
    Lo dejo aquí para volver mañana con el principio del viaje. Por el momento no me vuelvo. 😉
    (Entre otras cosas porque necesito enterarme de lo que compraste para pedírtelo y perdértelo!!)

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